Con su lema “Why 115 islands are better than one”, Seychelles invita a los turistas a reflexionar sobre la importancia de la cantidad. A primera vista, uno podría creer que si es de buena calidad, una isla vale más que 115 pero al visitar este grupo de islas uno entiende la frase. Y pues si usted no ha ido se le adalenantaremos la premisa.

El psicólogo Georges Boudeuse lleva estudiando este grupo de islas por mucho tiempo y es que el lema no sólo fue una frase que quedaba bien con su demografía. En su estudio, Les îles pour se rencontrer,publicado para el Journal de psychologie normale et pathologique, Boudeuse habla de cómo el ser humano durante toda su vida logra generar 115 reacciones diferentes ante las cosas. Unas son aprendidas, otras son imaginarias y las otras las vas desarrollando conforme te enfrentas con distintos problemas.

¿Qué tiene que ver esto con Seychelles? Pues verá después de estudiar varios testimonios de personas que habitaban las 115 islas el psicólogo Georges se dio cuenta que la magia de esta isla era que en cada isla vivía una reacción, una emoción. Es decir, en Seychelles uno termina por encontrar las 115 reacciones y emociones que siente durante toda su vida.

Curiosamente, esto sólo es aplicable a la vida de los turistas. Los seychellense nacieron con una mutación del cromosoma 7 a causa de la lluvia que cae desde hace siglos en la zona. El gen se extendió rápidamente por toda la isla a causa de la endogamia y no fue hasta que conocieron otras civilizaciones cuando el gen se fue contagiando o a veces mutando hasta alterar los sentidos.

Después del estudio publicado en 1990 muchas personas buscaron sentir 115 cosas diferentes en un solo viaje. El turismo incrementó la economía del país y se comenzaron a crear aerolíneas especiales que llevaba a los turistas a cada una de las 115 islas. Muchos lo tomaron como un proceso de autoayuda, otros como un psico-trópico natural, hubo muchos más que no pudieron descubrirlos pues portaban el gen sin saberlo. Los que sí lograron la experiencia regresaban a casa y no se tardaban, semanas enteras o inclusive meses en regresar a su estado normal.

Fue por eso que, a principios de los dos mil, médicos y científicos se reunieron para publicar un estudio sobre las consecuencias de vivir toda una vida en un viaje, 115 emociones. Ninguno recomendó visitar ese paraíso tropical o al menos no con la idea de vivirlo todo en 115 islas.

Fuera de esa experiencia emocional Seychelles es un lugar hermoso para habitar aunque no hay día en que no llueva en las 115 islas. No es una lluvia constante pero nunca deja de caer agua del cielo. Los habitantes de este paraíso tropical ya están acostumbrados, no les molesta. A causa de la lluvia, la vegetación de este lugar es única en su especie. Se han logrado identificar más de 8,000 especies vegetales de las que el 80% son nativas. De hecho, la primera palmera del mundo se dio aquí, en Seychelles. La Lodoicea maldivica (por su nombre científico) llegó a medir 40 m de altura y tenía cocos de 30 kilos.

Los habitantes, que en su mayoría son franceses y africanos, usan los cocos como plato para alimentar a las tortugas gigantes (endémicas de las islas). Es común que todos los isleños tengan una. Al nacer, los padres unen la tortuga con el niño y toda su vida ésta lo acompaña en todo. Es por eso que las otras cuatro islas de Las Cinco a veces tienen duda si los seychellenses se sentían tan solos como los hacen creer. Aún así las otras islas terminaron por quedar convencidos de que Seychelles tenía que estar en esta organización cuando a cada líder de las otras islas les ofrecieron una tortuga.