El sentir del Maratón de México edición 2024

El sentir del Maratón de México edición 2024

por Emiliano Hernandez

[Intro]

Correr un maratón es mucho más que recorrer 42.195 kilómetros; es una experiencia que se vive con el corazón, se corre con la mente y se siente con cada fibra del cuerpo. La edición 2024 del Maratón de México no es la excepción. Este no solo desafía la resistencia física, sino que también conecta a miles de almas en un recorrido compartido a través de la historia, la cultura y las calles de la Ciudad de México.

Descubre las historias de estos corredores a través de la piel de H.KOUMORI [RUN]

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[SAN]

Maratón Ciudad de México:

No te esperaba así, así de grande, impredecible, completo, retador y único.

Grande por tu gente, porque durante los kilómetros que nos acompañan, te sientes más ligero, rápido y con el corazón contento. Y cuando no, te invita a hacer retrospección, valorar tu estado general y seguir preparándote para lo que te falta.

Impredecible porque, aún conociendo la ruta, no dejé de asombrarme de todo lo que puede ofrecer.Completo porque te vi presente en la hidratación, equipo médico, organización, preparación y, lo más importante… en los mejores rincones de la ciudad.Retador simplemente por ser maratón y lo que implica tener la fuerza y mentalidad para recorrer los 42.195 kms Y único por tratarse de ti y de México.

Tuve la experiencia de probar la primera línea de running de los Hermanos Koumori y encuentro muchas similitudes… grandes diseñadores por aventarse a este mercado. Impredecible porque no esperaba sentirme tan cómodo y ligero con la ropa. Completo porque la calidad que ofrecen es de primera. Retador por usarlo en distancia larga. Y único por ser de diseñadores mexicanos.

MCDMX… vivirte solo me dan más ganas de volverte a correr, y ten por seguro que lo haría vestido de H.Koumori.

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[MEMO]
Saber que mi cuerpo puede correr durante casi 3 horas seguidas a un ritmo que hace años jamás imaginé que podría aguantar y en una ruta tan demandante como lo es la del maratón de la CDMX solo me llena de orgullo y motivación. Todo salió casi a la perfección durante la carrera, y digo casi porque sí hubo calambres en los últimos kms. Para ser exacto, en el km 33 y luego en el 35, los cuales me asustaron bastante.

Después de detenerme unos segundos y estirar lo más que pude, vino el cambio de chip. Por los calambres, ya no podía cerrar como me hubiera gustado, entonces tuvimos que encontrar un ritmo en el que estos calambres no fueran a volver e intentar acabar de esta manera. Nunca pensé en abandonar; solo había que adaptarse a las circunstancias.

También estaba un poco preocupado porque iba a usar ropa distinta a la que estoy acostumbrado a usar en carreras. Tuve la oportunidad de correr con la ropa de performance de Hermanos Koumori, además era la primera vez que iba a correr con tights, siempre antes había corrido con shorts, y finalmente los tenis que iba a usar también eran una marca nueva para mí en largas distancias. Por más que ya hubiera probado la ropa en un entrenamiento, me preocupaba que para una distancia tan larga me fueran a rozar o me empezaran a incomodar. No obstante, todo funcionó de maravilla. La ropa estuvo sumamente cómoda, me sentía ligero incluso cuando me bañaba en agua en los puntos de hidratación, y el diseño que armaron para el MCDMX fue una chulada.

De ahí en fuera, todo se acomodó para que el evento fuera una fiesta de locura. La estrategia con los geles estuvo perfecta, no me dieron ganas de ir al baño (lo cual fue hermoso), el saber adaptarme a los ritmos durante la carrera, check, las porras y los gritos en este maratón simplemente impresionantes, puro deleite el que se vivió de inicio a fin.

Este bello deporte me ha dado mucho y más en este memorable evento. Ha habido mucho gozar y disfrutar, muchas personas maravillosas y mucho aprendizaje, pero también frustraciones, cansancio, dudas y dolor. Sin embargo, una cosa se sobrepone a todo eso: la pasión y amor con la que decides vivirlo. Esos 42.195 km no los habría podido completar si no viviera el correr con pasión, y esos 5 duros meses de ciclo de entrenamiento no se hubieran logrado si no amara el correr. Me quedo lleno de emoción, alegría, ambición y mucha gratitud tras esta carrera y con los brazos abiertos dispuesto a recibir lo que este gran deporte siga trayendo para mí.

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[BER]

Pura gozada el domingo 25 de agosto, definitivamente un evento como ninguno otro. Cuando empiezas a correr maratones, todo el mundo habla de los seis grandes, y en realidad son a los que apuntas, son para los que te preparas con todo lo que está en tus manos para poder llegar y dar el mejor desempeño posible, pero nadie te habla del Maratón de la Ciudad de México.

Tuve la oportunidad de correrlo hace una semana, y fácilmente podría decir que es la experiencia que más me ha marcado, como persona y como atleta, y más, porque no te lo esperas, porque no te platican. Del km 1 al 10, bajando por todo Insurgentes, te sientes bien en todo momento, la acumulación de porra es progresiva, no es una sección técnica, vas en falso plano hacia abajo y todo relativamente recto. Es un tramo perfecto para ilusionarte y hacerte creer que vas a tener una buena carrera o un buen día en general. Entras a la Condesa, el camino se aplana, comienzan las ligeras vueltas, pero muy en control todavía; todo se encuentra estable, las piernas van una delante de otra sin mayor problema, los latidos se encuentran “bajos” y hasta cierto punto controlados, pero así como van subiendo los kilómetros, también va subiendo la porra.

Km 15, entrada por Av. Chapultepec, una locura. Primer golpe fuerte en relación a lo anímico dentro de la carrera, sigo sin poder creer la cantidad de gente que salió a apoyar a los corredores, a honrarlos y festejarlos, y todo con el Ángel de la Independencia de fondo. Empieza lo técnico, Reforma de subida, primera sección de Chapultepec, de aire sigues bien, pero las piernas empiezan a reclamar un poco, pero dentro de todo, se mantiene el orden. Al salir de la primera sección, empieza la entrada formal hacia Polanco, del km 21 al 26 es un blackout completo, un rush de dopamina, subidas y bajadas, porras y gritos todo

Tuve la oportunidad de recorrer las calles de la ciudad con el kit de performance de Hermanos Koumori conmigo, tanto la singlet como los half tights, y fue la mejor decisión y oportunidad que me pudo haber pasado. Al mismo tiempo de apoyar a la marca local, mostré al mundo y a la gente externa que aquí también tenemos calidad y capacidad para producir equipo que te provoque aguantar ritmos rápidos durante tiempos prolongados.

Sin duda, de la mejor tela que he probado. Sudando pero nunca pesado, no tuve ni una sola zona de rozadura; al contrario, entre más pasaban y avanzaban los kilómetros, más se aflojaba la ropa y más me sentía uno mismo con todo el kit. Agradezco a la marca por producir ropa de esa calidad, sumando a que se veía espectacular.

Gracias siempre, Hermanos Koumori. Mención honorífica a las half tights, las mejores que he probado hasta el día de hoy. Estoy seguro que me acompañarán en carreras posteriores.

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[ANUAR]
Correr el maratón de la Ciudad de México fue todo un reto; la neta, es una ruta pesada. Pero correr en la ciudad donde entrenas tiene un sabor especial, porque corres en las mismas calles donde te partiste la madre entrenando. Y está buenísimo ver cómo todo ese trabajo empieza a dar frutos en cada kilómetro.

Este es el segundo año que entro a este maratón, y apenas mi segundo maratón en general. Este año, no solo quería disfrutar la carrera, sino también hacer una marca. Mi meta era hacerlo en menos de 3 horas y 10 minutos, y aunque me faltaron un par de minutos para lograrlo, la experiencia fue completamente diferente a la primera vez. La vez pasada solo quería llegar, pero ahora sí traía un objetivo firme, y eso hizo todo más duro y demandante tanto física como mentalmente.

Ahora que ya estoy más metido en la comunidad runner de la CDMX, estuvo muy loco ver cuánta gente me saludó durante la maratón. Ver a tantos compas en diferentes kilómetros y sentir su apoyo fue increíble, y eso me ayudó a no aflojar y mantener el ritmo.

Correr con la línea de performance de Hermanos Koumori estuvo muy cool. La confección y el diseño están pasados de lanza, y lo mejor de todo es que estaba bien cómoda. La noche antes del maratón, preparé todo lo que iba a necesitar durante la carrera y metí a las bolsas de mis tights 2 geles Maurten negros, 2 blancos con cafeína, pastillas de sal, una barrita y mi celular. Aunque llevaba varias cosas en las bolsas, los tights se quedaron en su lugar y no tuve ningún tema con rozaduras durante la carrera.

Algo que me gustó mucho fue cómo la ropa me hizo destacar entre todos los demás. En estas carreras, casi todos traen la camiseta oficial del evento o lo último de Nike o Adidas, así que todos se ven más o menos igual. Pero los gráficos de HK, en especial el “México” en el pecho, neta me hicieron sentir diferente y resaltar entre los demás runners. Mucha gente, aunque no me conocían, me echaban porras con un "¡Venga México!" nomás de ver el logo en mi pecho. La neta, fue una experiencia súper diferente.

En resumen, la ropa estuvo increíble y 100% la seguiré utilizando en próximas carreras. Estoy súper agradecido de haber sido parte de este grupo que tuvo el privilegio de correr con esta línea y muy emocionado de ver los diseños que se vendrán con esta línea de performance. Sé que les costó tiempo diseñar y sacarla, pero cada km valió la pena.

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