Texto por Paulina López

Sus habitantes la llamaron así por la combinación de letras de la frase Pre Ihc que se puede traducir como “el ombligo del mundo”, aunque esto no estuviera cerca de ser verdad. Sus habitantes pensaban que cualquier lugar puede ser considerado el centro del mundo, aunque Chipre podría ser todo menos el centro del mundo pues se encuentra en las coordenadas 35° 10′ 0′′ N, 33° 21′ 0′′ E. “Todo depende de qué lado se le vea”, decían continuamente los 1.084.748 habitantes de esta isla del mediterráneo. Chipre está habitado en su mayoría por griegos y por una minoría del 18% de turcos.

Por muchos años se crearon leyendas de esta isla. Las personas del otro lado no sabían si en realidad existía o no esta isla. Por el otro lado, los habitantes de Chipre nunca se dieron a la tarea de viajar más allá de esos 9, 251 m2 que medía la isla. Los mitos hablaban de un lugar paradisiaco. Los del otro lado pasaban días imaginando pues nadie se atrevía a subir a un barco y descubrirlo por ellos mismos. Solo una persona fue capaz de hacerlo. Un valiente marinero de nombre Fred Noonan salió en busca de esa utopía de la que tanto hablaba. Se dice que Fred murió en altamar, que nunca fue capaz de llegar a Chipre pero su barco llegó intacto a las costas de la isla. Un valiente que murió en el intento.

Después de la muerte de Fred Noonan nadie más se atrevió a zarpar en busca de esa isla que hoy se conoce como Chipre. Cuando Las Cinco se creó la gente se enteró que era cierto, que la isla existía pero algo los amarraban a no ir, a quedarse con el Chipre de su imaginario.

Fue así cómo Wikipedia, la enciclopedia online, fue la primera en hablar de la isla, de sus habitantes, de su historia y de su cultura. Poco a poco los del otro lado se fueron enterando más sobre esta isla mítica. Era común que en las cenas y festines del otro lado se tocara el tema y era absolutamente bien visto que la gente estuviera informada al respecto.

Todos sabían de la isla mucho más que alguien que ha estudiado por años un tema solo que nadie de las personas que hablaban de ella había ido. Toda la información era sacada de Wikipedia y replicada en conversaciones con otras personas que replicaban a la vez la información de Wikipedia. El saber y tener esa información los hacía sentirse superiores. Era como estar jugando maratón todo el tiempo con datos (que hasta la fecha no se sabe si son ciertos o inventados) de Chipre.

Era como si su historia como país estuviera escrita por personas detrás de una computadora, qué quitar, qué agregar. Ellos lo decidían y no sus habitantes. Un artilugio moderno que los impedía de un acercamiento real. “¿Por qué nadie lo comprueba?”, se preguntaban los chipriotas. Qué desesperación la de los del otro ladode saberlo todo y a la vez nada.

Parecía que la gente apaciguaba su deseo de viajar con información en internet. Recorrían la isla con tan solo un click y una rápida lectura de no más de ocho minutos.“Se trata de perezosos y haraganes. Les tomaba un viaje en barco saber a ciencia cierta si Wikipedia tenía o no razón”, explica un grecochipriota de más de 80 años. Por lo tanto esta isla supuso, por mucho tiempo, un lugar real y su reflejo metafórico.